Amíster Pérez tiene más de 15 años dedicados al trabajo informal, y su lema es que no cree en promesas, sino en lo que él pueda hacer gracias a la fuerza que le da Dios.
Pérez es un vendedor de refrescos (raspados) en la ciudad de Santiago, provincia de Veraguas, y pese a que le han prometido puestos en el Estado, él no se ha confiado de eso y ha echado hacia adelante con su carretilla.
"Con ello, he logrado construir mi casa, sostener a mi familia y para otros gastos, y pienso comprarme un auto para realizar mejor este trabajo informal", dijo.
Nunca ha estado incluido en el sistema de cotización del Seguro Social, pero ha podido enfrentar los retos de la vida. Aseguró que cuando los días son buenos, se lleva para la casa entre 12 y 15 dólares; pero cuando no, por la lluvia, sólo saca para comprar la materia prima.
"No sé por qué se celebra el Día del Trabajo si aquí en Panamá hay una desigualdad muy grande. Unos ganan más que otros y el salario mínimo no alcanza", afirmó.
|