Tal es el caso del elíxir de la belleza llamado Sérum, que antes lo utilizaban para la melena, como un suero de cabello, de ahí su nombre, pero ahora ha dado resultados espectaculares en el rostro de muchas féminas.

Con el paso del tiempo, los resultados han demostrado los beneficios de los sérum y de ahí que se hayan creado fórmulas específicas para cada edad y estado de la piel.

BENEFICIOS
Por eso, conocer los distintos tipos de productos, ayuda a conseguir los efectos deseados. El Sérum sirve para muchas cosas como:

• Remodelador. Para recuperar el óvalo facial (área contigua entre el ojo y la mejilla) y frenar el descolgamiento de la piel.

• Anti estrés. Ideal para los rostros expuestos a un exceso de sol o sometidos a climas extremos. Una buena solución para pieles fatigadas.

• Hidratante. Reduce las líneas de expresión y son un bálsamo para cutis descamados y tirantes.

• Revitalizante. Tonifica los músculos faciales y reaviva las pieles con signos de relajación.

• Efecto inmediato. Borra huellas de cansancio momentáneo, además de fijar y prolongar el maquillaje. Muy práctico para llevar en el bolso.

• Antiedad. Lo mejor cuando aparecen las primeras arrugas, manchas o ante estados de extrema sequedad.

• Tensor. Devuelve la firmeza al contorno del rostro, al tiempo que reduce las finas arrugas y suaviza la piel.

• Reparador. Buena solución cuando la piel del cutis no puede ya autorregenerarse. Se aplica dos veces al día, por la mañana y la noche.

• Antimanchas. Cuando se necesita dar resplandor a una piel apagada o surgen manchas en el cutis. Se puede utilizar también en la piel de las manos.

Unas cuantas gotas de estos productos hidrata, nutre y repara, a profundidad.

Los sérum son para todo todo tipo de pieles:

Son productos unisex y envasados en monodosis.

A partir de los 30 años, su uso es conveniente, y en los 40, casi obligatorio.

Se debe aplicar antes de la crema habitual.

Debe aplicarse siempre con la piel completamente limpia.

Son suficientes dos o tres gotas de sérum para cubrir las necesidades del rostro y del cuello.

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