Un fuerte olor a formalina en el Laboratorio de Patología del Hospital Manuel Amador Guerrero provocó que los empleados de esa área y de la morgue abandonaran las oficinas por el derrame de esa sustancia que les afectaba la respiración y les impedía seguir en el lugar.
Esto sucedió aproximadamente a las 8 de la mañana, cuando los empleados llegaban a laborar en su primer día de esta semana.
Una funcionaria del hospital, que pidió reserva de su nombre, dijo que todo ocurrió porque el tanque que está en el depósito del laboratorio estaba perforado y eso estaba goteando.
Esta sustancia se utiliza para preservar los tejidos de las biopsias que envían del salón de operaciones.
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