¿A qué iba? La menor raptora de niños volvió a causar pánico. Esta vez no tenía uniforme y llegó a las 5:45 a.m., a la casa de una familia residente en la urbanización Alborada, ubicada en el corregimiento de Cativá, pero llevaba una pequeña bolsa en sus manos.
El padre de una niña de 13 años, pensando que se trataba de una compañera de clases, llamó a su hija para que la atendiera, sin embargo, ésta, al ver a la jovencita de 15, se puso a llorar.
Al lugar llegaron dos unidades motorizadas de la Policía Nacional, cuando la supuesta raptora decía que sólo iba a pedirle perdón, porque se había llevado recientemente a una compañera de clases de esa niña.
"Yo sola no me llevo a los niños", decía la menor, que estaba en la garita de seguridad, porque habían llamado a la Policía Nacional.
Aunque el guardia de seguridad de la barriada, Gaspar Corpas, había anotado la calle y la casa a la que se dirigía la joven de 15 años "a visitar a una compañera", los residentes quedaron alertas al enterarse de que la "robaniños" buscaba a alguien. La comunidad se pregunta qué ocurrirá en las barriadas que no tienen seguridad.
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