En un principio las autoridades manejaban la hipótesis de que el móvil del asesinato había sido el robo, pues el homicida le había arrebatado la cartera a su víctima, antes de arrancarle la vida.

Se conoció que la amante del esposo de la mujer asesinada pagó la suma de 8 mil dólares para que un sicario acabara con su vida.

El matón, que se encontraba huyendo, fue capturado por la Policía en el mismo sector donde había cometido el crimen. Una vez arrestado fue trasladado a las instalaciones de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ).