Con un brillo diferente al de los demás días que había pasado en el hogar Trisker, en Boquete, los ojos del niño Melvin Saldaña se abrieron desde muy temprano el viernes, después de haber sido trasladado de una casa hogar en la capital, cuando su tío lo abandonó en la Terminal de Albrook y dos policías lo encontraron hace más de un año.
El día había llegado; aunque no se tenía 100% confirmada la presencia de la familia de Melvin en la comarca, el viaje se hizo con mucho optimismo de parte de la directora Nacional de Niñez y Adopción del MIDES, Zulima Fernández.
En el camino, se encontraron con Tereso Carpintero Cortés, secretario del Gobernador Comarcal, quien reconoció a Melvin, porque su esposa era prima de Francisco Saldaña, padre del niño.
Tereso no dio muy buenas noticias, aseguró que el padre de Melvin no se encontraba en la casa y la abuela ahora se dedica a pedir limosna en el pueblo.
La tristeza empezaba a invadir el corazón de Melvin; no obstante, Tereso y su esposa Denise estaban dispuestos a encargarse de él. Con algunas lágrimas, Melvin aceptó quedarse en la casa de su prima.
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