El Valle de Antón, indiscutiblemente, es un sitio para disfrutar de los privilegios que da la naturaleza; sin embargo, la otra cara de este paradísiaco lugar son los discapacitados que viven en pobreza extrema y que claman por ayuda ante la falta de alimentación y vestuarios.
Con los hermanos de la Pastoral de El Valle de Antón, una entidad que visita más de 150 enfermos de comunidades rurales que pertenecen a este corregimiento, nos encontramos con algunos casos de personas con discapacidad y que requieren de ayuda de personas generosas o de autoridades.
La historia de Yariela Ojo, de 26 años, es conmovedora; está sumida en la pobreza, que la hace padecer hambre y muchas necesidades. Los hermanos de la Pastoral la ven como una niña, por su estado casi vegetativo; sufre de parálisis cerebral desde su nacimiento y hasta los 22 años estaba bajo los cuidados de sus padres, sin embargo, y lamentablemente, sus padres murieron hace cuatro años, y ahora está al cuidado de su hermana Yasmeira Ojo, quien vive de la venta de plantas.
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