"El pasado jueves, volví al salón de operaciones porque uno de los tornillos que se me implantaron, había cedido y es por eso que el doctor decidió abrir y apretar un poco el tornillo ", dijo Quintero.

"Manga", como es conocido César en los corrillos beisboleros, adujo que está tranquilo en su casa y que esta vuelta al salón de operaciones no iba a influir en nada en su camino hacia la recuperación de su lesión.

"Ahora mismo estoy tranquilo en mi casa descansando. Yo sigo en proceso de terapia de moviemiento, para que el brazo no pierda la movilidad", acotó el pelotero.