Sin tomar en cuenta el paso de los años, gran parte de los achaques que sufren las personas, se deben a la acumulación de los radicales libres.

Este daño celular aumenta, peligrosamente, cuando las personas aceleran este proceso cada vez que se exponen al tabaco, la polución, la radiación solar, entre otros. Afortunadamente, el cuerpo pone en marcha un arsenal de defensas, las enzimas y los antioxidantes, que detienen la formación de los radicales libres y los daños que provocan.

Muchas personas, sin darse cuenta, usan en la cocina algunas hierbas aromáticas que tienen propiedades terapéuticas maravillosas, como lo son el orégano, la menta, el tomillo, el clavo de olor, la pimienta inglesa y la canela, porque incentivan el aumento de agentes antioxidantes. Ingerir media cucharada de té de cualquiera de estas hierbas al día, aumenta al doble la producción de antioxidantes.