El jurado de conciencia lo tomó normal. Después de ausentarse desde el pasado jueves, Marco Manjarrez estuvo presente por unos 32 minutos en la audiencia de ayer en el Segundo Tribunal Superior de Justicia.
Siendo las 10:17 a.m., salió de la sala llorando, luego que el psiquiatra colombiano Roberto Solórzano Niño, mencionó que a los 4 años los vecinos le metieron un tubo por el ano, y que además había crecido carente de afecto y cariño, en un hogar donde faltó su padre. Dijo que la madre tuvo 6 hijos con 5 hombres diferentes, y eso perjudicó a Manjarrez. Solórzano Niño señaló que "Manjarrez no es totalmente imputable, porque cometió el delito dentro de una psicosis paranoia (locura). Dijo que Manjarrez tiene dos mentes: una sana y la otra enferma; nunca tuvo intención de matarlo pues, de lo contrario, no hubiese confesado ni dejado pruebas".
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