Honrar a quien honor merece. Valorar en su justa dimensión los actos heroicos de los demás, por pequeños que sean. No es necesario ser un superhéroe para hacer el bien, sin mirar a quien. La vida está llena de gente desprendida, que cada día se enaltece bajando la frente ante el más necesitado. A esas personas, hay que honrarlas por lo que son.
Cuando veas un hombre bueno, trata de imitarle; cuando veas a uno malo, examínate a ti mismo. Confucio
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