Si alguien sabe de cuero, ese es José de Los Santos, un humilde campesino oriundo de la comunidad de Las Palmas, en la provincia de Veraguas. A los siete años su mamá se lo trajo a vivir a la tierra del chicheme y el bollo "preña'o", La Chorrera, ya que en el campo la vida era difícil y de lo único que se podía vivir era de la agricultura.
De niño trabajó la tierra, pues se crió en una finca, pero cuando llegó a la capital empezó a laborar en un taller de cuero, donde estuvo por 10 años. Allí no se limitó a ser un empleado más, ya que adquirió todos los secretos de este material, para luego independizarse y ser su propio jefe.
MALA CABEZA
"Cuando me inicié en este trabajo no conocía nada y lo que aprendí lo hice viendo a los que sabían. Yo les preguntaba todo, fue así como me convertí en un gran artesano", dijo.
Manifiesta que de eso ya han pasado más de 47 años y no tiene queja porque le ha ido tan bien que llegó a tener cinco carros, su casa y le brindó una educación a sus siete hijos. Siente que pudo estar mucho mejor, pero no aprovechó al máximo, pues cuando se es joven no se usa bien la cabeza, destacó.
MAESTRO
A todos sus hijos los enseñó a trabajar el cuero, por lo que los dos mayores hoy tienen sus propios talleres, donde se ganan la vida honradamente.
En muchas ocasiones, ha intentado transmitir sus conocimientos a otros jóvenes, pero son mala cabeza y no tienen el deseo de aprender porque las veces que lo ha intentado siempre terminan robándole.
METAS
En un futuro no muy lejano sueña con tener su propio local, aunque en el puestito que tiene en La Peatonal siente que no le ha ido nada mal. A pesar de eso, piensa que con un establecimiento más acondicionado podría brindar un mejor servicio a su clientela.
Agregó que hay días que vende mucho y otros que no se hace nada, pero que el secreto está en ahorrar para cuando vienen los días de las vacas flacas.
A José lo pueden encontrar todos los días en su puesto, además fabrica cutarras, correas de cuero y muchas cosas más.
NO MUY CARO
Los precios de los accesorios son asequibles, de 5 dólares en adelante. |