Le escribe una mujer que está cansada de los malos pasos de su esposo, quien no piensa en nada que no sea licor y mujeres.

Moza, esta situación me tiene mal y estoy a punto de divorciarme, porque la mala vida que mi esposo me da no la soporto más.

Él anda en eso hace tres años, llega tarde casi todos los días, a veces tiene labial en la camisa y, como si fuera poco, me ha golpeado.

Sé que suena parecido a muchas historias que usted resuelve, pero la mía es diferente, ya que lo he visto cuando él acude a lugares de cita, pues lo he seguido.

Moza, no lo he dejado por mis hijos, quienes están muy apegados a él, son dos lindos niños que todo lo que hacen es pensando sólo en su padre.

Esto me tiene mal y no he actuado por mis pequeños que necesitan crecer con la figura de un padre. Esta historia ya se la he comentado a mis padres, pero me dicen que no se meterán en ese asunto porque no quieren líos con mi esposo.

Señora Moza, esto me tiene mal y no sé qué hacer para que mi situación mejore.

ROSALIA
Tienes que actuar cuanto antes

Estimada lectora, tu situación es muy penosa y, por eso, no dejes pasar el tiempo.

No es justo que aguantes los malos tratos y golpes de un hombre que no te respeta y que no le importa nada con su familia.

Es hora de que hagas un alto a la mala vida que él te da.

Tienes que buscar ayuda profesional, a fin de que te den las directrices para que actúes como debe ser. Ten presente que se enfocarán en tu problema y te ayudarán a tomar la mejor decisión.

Tampoco descartes conversar con ese hombre y decirle que necesita ayuda, que trate de cambiar, ya que va directo a la soledad.

En cuanto a tus niños, es tiempo de que pienses en su bienestar, no es recomendable que ellos vean las constantes peleas de ustedes. Basta. No permitas más abusos.