El consumo de cigarrillo y tabaco tiene un costo económico y también cobra una gran cuota social y emocional. Además, para cada familia afectada hay una cuota de sacrificio.
A muchos les afecta más en lo económico. Para la de Fernando, los sacrificios se inician con cada viaje, que empuja toda una logística, para que su padre se presente a las citas en el ION.
Y es que don Fernando, para llegar al ION, emprende un recorrido que se inicia dos días antes de la cita. Fernando viaja desde un lugar remoto en Los Campos de Los Díaz, en Veraguas, hasta pasar por la Atalaya, donde se reune con una de sus hijas. Luego viajan hasta Tocumen en Panamá para al día siguiente madrugar al ION en las faldas del Cerro Ancón.
Cada viaje cuesta alrededor de 60 balboas y su familia es de escasos recursos.
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