La morosidad es alta y la suciedad abunda. El Cementerio Municipal de Santiago está lleno de basura y hojarasca, en vista de que los familiares de los difuntos sólo hacen la visita el 2 de noviembre.
El administrador, Alexis González, explicó que este cementerio no es igual que los demás, ya que los Municipios cobran un impuesto.
Allí toda persona que desee enterrar a un familiar, sencillamente compra el pedazo de terreno y no tiene que pagar más nada.
Ello significa que el cementerio no recibe ingresos, los responsables de la limpieza son los mismos familiares y la administración no cuenta con recursos para hacer el ornato que se requiere.
Con el inicio de la temporada de invierno, los desperdicios se esparcen por todos lados y en medio de las tumbas.
Agregó que sólo alquilan los puestos de las bóvedas, pero la morosidad asciende a 9 mil dólares.
Para colmo, por la escasez de personal, no tienen celador y los dueños de lo ajeno aprovechan la oscuridad de la noche para hacer de las suyas.
Sobre este tema, González señaló que ya han abierto la capilla en unas 5 ocasiones para llevarse materiales de construcción.
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