Instalar un ojo de buey es tarea fácil, pero hay que tener en cuenta la potencia de la lámpara, ya que la extensión de estas alcanza grandes distancias. Esto indica que "el bombillo debe comprarse para un lugar específico orientado siempre hacia el suelo, porque demasiado resplandor puede incomodar la visibilidad de las personas", explica Saldaña.
Para los patios cercados con concreto, lo mejor serían los halógenos blancos o fluorescentes de baja potencia, porque las luces de colores no le darán la iluminación adecuada y le quitará estética. "Cuando los patios son cubiertos por cercas de alambre si ameritan focos de voltajes más altos, ya que no hay reflejos y en la noche se pierde luz", aclara.
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