Dolores Espinoza tiene 42 años de residir en el lugar. Su casa está ubicada exactamente delante del lote baldío, en el que desde del 5 de mayo varios tractores entraron y comenzaron a construir.

Denunció que sólo les dijeron que iban a ubicar ocho casas, pero cada vez que el tractor removía tierra, ésta caía en su techo. Cuando preguntó si le iban a edificar un muro atrás de su casa, para dividirla de las demás, le comunicaron que tendría que pagarlo ella, pues no estaba en el proyecto.

En tanto, Alberto Nieves, otro morador, explicó que cuando se mudaron en los planos del barrio no estaban contempladas esas casas, sino un área social o parvulario. Dijo que solicitaron a los representantes un centro social, pero siempre les decían que allí no se podía construir nada, porque hay un problema de agua.

LA OBRA ERA ILEGAL
Luego de esperar, personal del municipio se acercó con una orden de suspensión temporal de la obra por no tener planos aprobados, permisos correspondientes y por falta de seguridad a los trabajadores.