Lo que más disfruta un abuelo es compartir con sus nietos, hijos y demás. Un jueguito de fútbol para esos veteranos, que aún están en condiciones, no estaría mal. Pero para las personas que, por lo general, no planean este acontecimiento, pueden llevar a sus seres queridos a un buen restaurante, al cine o recordar aquellos tiempos en que su mirada brilló como un niño.
Si su padre está lejos, mándele una postal o un correo electrónico con palabras significativas. En la Web hay numerosos programas en donde sólo se necesita usar la imaginación para arrancarle una gran sonrisa a papá. Y, para los más románticos, un poema con letras de agradecimiento por todo el esfuerzo que su padre ha hecho, sería lo mejor.
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