Acababa de llegar de una larga sesión de hemodiálisis, pero aun así, sacó fuerzas para contar a DIAaDIA su historia.

Hace ocho años, a Alejandro, un hombre de 41 años y padre de cuatro hijas, le diagnosticaron insuficiencia renal. Desde entonces, ha estado esperando por un trasplante de riñón, con el que mejoraría su calidad de vida.

Con el pasar del tiempo, este hombre, quien solía ser capitán de barcos camaroneros, se ha ido deteriorando; incluso, aparenta 20 años más. Sin embargo, el deseo de ver a sus hijas crecer no se ha disipado, confesó con su voz opacada por la tos y con sus ojos llenos de lágrimas.

El estado de salud de Alejandro se ha complicando. Hace poco lo sometieron a una operación para extraerle un absceso que estaba alojado en el pulmón. "Casi se va", dijo Leticia, su hermana.

NO HA TENIDO SUERTE
A veces la vida es injusta, ya son dos los trasplantes que ha perdido. Su hermano era 100% compatible, pero le detectaron una infección en el hígado. La segunda ocasión fue porque estaba resfriado.

Ahora está viendo la manera de cómo recoger 35 mil dólares para viajar a Colombia y someterse a la cirugía.

Debido a la reciente operación, la fístula se obstruyó, por lo que para continuar con su tratamiento tuvieron que abrirle en el cuello.

Para destapar la fístula, tendrán que pagar alrededor de mil balboas, sin contar lo que invierten en medicamentos.

EXPERTO
Era el dueño del mar. Alejandro asegura conocer todo el Pacífico, tanto superficial como en sus profundidades.

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