Kathia es una jovencita de 12 años y comentó a DIAaDIA que desea ser doctora, por eso estudia mucho cuando no labora en los cafetales, oficio que le rinde ingresos económicos para ayudar a sus padres. Así como Kathia, existen miles de niños en este país que estudian y alternan esta actividad con el trabajo, razón por la que Casa Esperanza premia a estos menores con un reconocimiento.

Niños desde los 5 años gozaron de las diversas atracciones que, desinteresadamente, les brinda esta asociación, con el único objetivo de que culminen sus estudios.

Para Roxana Méndez, presidenta de la asociación, esta iniciativa es una de muchas que ofrecen un futuro lleno de promesas y sueños, donde los niños tengan la seguridad de que pueden crecer en un ambiente seguro y un hogar estable, sin necesidad de tener que caer en las calles a tan temprana edad.

En esta ocasión, disfrutaron de las atracciones del Centro de Ciencia y Tecnología Explora, así como charlas de motivación para que sigan sus estudios y no incurran en el trabajo infantil como oficio permanente.

Durante el acto, se realizó la donación de más de 100 mil dólares por parte del Global Bank, que servirá para la rehabilitación de los centros de atención, ubicados en estas provincias.

NIÑOS
Los corregimientos de Gualaca en Chiriquí y El Roble de Aguadulce, en Coclé, son los sectores de donde fueron escogidos los niños.