Triste, pero cierto. Su tono de voz denotaba un aire de vergüenza, pero no por su profesión, sino por la difícil decisión que está pensando tomar.
Ese es "Ramiro" (nombre ficticio), quien hace cuatro años ingresó a las filas de la Policía Nacional, matriculándose en el curso de nueve meses de duración, para graduarse como Agente de la Academia de Policía (ACAPOL).
Actualmente labora en una zona policial del interior del país y confesó que está pensando en renunciar a la carrera, esto por la falta de seguridad. "Yo no me arrepiento de mi trabajo, pero últimamente estamos teniendo muchos riesgos y el salario no lo compensa", expresó.
"Muchacha no seáis zoqueta, cásate con policía, que gana 90 pesos y trabaja noche y día". Qué tiempos aquellos, cuando, tal como dice un extracto de esta canción, antes ser policía era sinónimo de seguridad y estabilidad. Ahora, estas ventajas han sido suplantadas, aunque parezca contradictorio, con la falta de seguridad de los uniformados. Como destacó uno de ellos, no es nada nuevo que los delincuentes estén mejor equipados, si hasta armas de guerra y automáticas utilizan.
Sin olvidar los salarios, que aunque han aumentado, como concuerdan los entrevistados, éstos sólo alcanzan para lo necesario. Un policía graduado en la ACAPOL empieza ganando B/390.00 con el rango de Agente, mientras que quien estudia en la Escuela de Oficiales y sale con el rango de Subteniente gana B/500.00. Los salarios pueden variar, pues dependen no sólo de dónde se gradúa el policía, sino también de los ascensos que se dan cada cuatro años, además de un subsidio del 7% del salario que se les da cada dos años. Pero, quien cometa una falta puede ver su ascenso más lejano, pues éstos son "aguantados" y con ellos, los aumentos.
Mientras tanto, Ramiro seguirá con la incertidumbre de renunciar o no, esperando que su decisión sea la correcta, y con un salario de B/404.00 mensuales, que es lo que ahora gana.
SACRIFICIOS
Los policías hacen turnos de 48 horas. Ahora, para ser agentes deben prepararse por 6 meses, antes eran nueve.
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