En pocos días se van. Definitivamente que el esfuerzo es la base del éxito y un ejemplo de ello son Ashley Naar y Jonathan Chávez, a quienes una discapacidad no les truncó sus sueños de ser unos grandes guerreros.
El próximo 18 de junio, estos jóvenes viajarán a representar a Panamá en Grecia en las Competencias de Verano de Olimpiadas Especiales.
LA NUEVA SIRENA
El síndrome de Ehlers-Danlos (SED) es la concisión que de una u otra manera ha marcado la vida de la niña de 14 años. La fragilidad en sus huesos llevó a sus padres a decidir que practicara la natación por ser un deporte muy completo en donde trabajaba con todos los músculos de su cuerpo.
Pero para el asombro de muchos se destacaba como la mejor en la disciplina, tanto así que ganó varias competencias. Tras ganar las nacionales pasó de inmediato a la competencia más grande de su vida.
Elida Naar, madre de la menor, dijo que tiene otra hija con lento aprendizaje y que también practica la natación.
UN CAMPEON
El otro héroe de esta historia es el siempre sonriente Jonathan, quien a sus 19 años ya lleva dos medallas de oro en el difícil pero excitante deporte de la gimnasia.
Ambas fueron ganadas en las Olimpiadas pasadas en China. Él, a diferencia de sus compañeras, tiene síndrome de Down, pero esto no es una limitante en su vida. Le encanta el inglés y espera ser tan grande como otros atletas internacionales. Además de competir, tendrán la oportunidad de conocer más de este histórico sitio, pues permanecerán allí 22 días.
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