Hay que hacer ajustes y rápidos. El argentino Emanuel Ginóbili reconoció ayer que su equipo de San Antonio Spurs debe plantarse duro en la cancha, para evitar que los Pistons y sus ruidosos aficionados les arrollen en los tres partidos por la final de la NBA que se jugarán en Detroit.
Luego de perder los dos primeros juegos de la serie en el SBC Center de San Antonio, los Pistons derrotaron a Spurs en el tercer choque realizado en el Palacio de Auburn Hills, famoso por sus furibundos aficionados.
"Ésta es una de las arenas más difíciles para los equipos visitantes, pero igual, uno tiene que mentalizarse en el partido, jugar acá tan agresivos como ellos", explicó Ginóbili, prácticamente anulado en el choque del martes al sólo anotar 7 puntos en 29 minutos.
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