Según Yadira de Trejos, quien tiene 32 años de vivir en ese lugar, desde hace seis años nadie se acerca al área para limpiarla, y de allí salen culebras, mosquitos y toda clase de alimañas. Además, es refugio de maleantes y de personas que se dedican a consumir drogas, lo que convierte el terreno en un lugar muy peligroso en la noche.

Otro de los residentes que se siente más perjudicado, es Alfonso De La Torre, porque el monte está tan crecido que hasta para sacar su carro éste le estorba, pues le tapa la visibilidad a la calle, lo que le ha ocasionado varios accidentes. "Este terreno es tomado por los "piedreros" como lugar para tener sexo, hacen sus fechorías y allí se esconden", y últimamente lo han agarrado de basurero. Los residentes solicitan al representante que obligue a los dueños a limpiar este lugar.