En una trampa de muerte. La señora Martina González se levanta todos los días pidiéndole a Dios que la casa no le caiga encima. Y es que ella es una de las 30 personas que viven en el caserón 12-12, ubicado en Avenida Ancón. Desde 1997 fue dada la resolución de condena de esta infraestructura, sin embargo, no se les ha dado respuesta a estos moradores.
Oscar Vásquez, de la Junta Comunal de Santa Ana, explicó que han enviado varias cartas al Ministerio de Vivienda (MIVI) y no les han respondido.
En tanto, José Batista, viceministro del MIVI, reveló que hay más de 200 inmuebles condenados y muchas personas esperando una solución. Dijo que han rebajado el déficit habitacional a 50 mil familias, pero confesó que hay prioridades con los discapacitados y familias en extrema pobreza.
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