Hoy, Día del Padre, DIAaDIA da a conocer las historias de dos padres, cuyo denominador común es la responsabilidad y la entrega que han tenido para con sus hijos.

APOYARLOS EN TODO
"Vamos, Yiyo, tú puedes", son las porras que el señor Modesto Camaño, de 47 años, le da desde las gradas a su hijo Raúl, quien todos los sábados asiste a sus partidos de fútbol con el objetivo de convertirse en la próxima estrella de la selección nacional, sueño que desde muy chico, su padre ha compartido con él.

DEDICARLE TIEMPO A CADA UNO
Kiara, de 20; Kathy, de 16; y Raúl, de 15 años, son la razón de ser de este hombre que, junto con su esposa Luzmila, con quien tiene 25 años de estar casado, ha tratado de brindarles un hogar digno.

NO ES FACIL
Modesto reconoce que hoy es difícil lograr un buen comportamiento en los niños por el nivel de delincuencia que hay en el país. Reconoce que las tentaciones externas pueden llegar a influir en la relación familiar. Es allí cuando la comunicación y el amor deben estar presentes.

LA DISTANCIA NO ES IMPEDIMENTO
A las 6:00 a.m. Eduardo Williams se dispone a salir de su casa e iniciar su jornada diaria en su taxi, para llevar el sustento a su hogar.

Este padre es el vivo ejemplo de que la calidad del tiempo que les brinde a sus hijos hace la diferencia. Él, al igual que muchos otros padres, no vivió con la madre de sus dos primeros hijos, pero esto no fue impedimento, pues siempre se ha caracterizado por ser un hombre responsable que ha tratado de ser un buen ejemplo para ellos.

"El hecho de que el padre se separe de su pareja no significa que lo tenga que hacer de su hijo", por esta razón es importante aprovechar al máximo el tiempo que se está con ellos, dijo.

EMPEZAR DE CERO
Williams, a su 50 años, acompaña a su hijo Harold, de cinco, a los partidos de béisbol, lo busca al colegio y hasta lo lleva al parque. Estas son actividades que para otras personas de su edad resulta complicado y hasta tedioso, pero para él es rutinario.

Contrario a lo que ocurre con sus dos primeros hijos, de 27 y 21 años, Williamns sí vive con la madre de su pequeño. Para él, la llegada de Harold ha cambiado su manera de ver la vida, pues ha aprendido de los errores que cometió en su juventud y lo ha ayudado a ser más responsable.

BUENA COMUNICACION
Ambos padres llegaron a la conclusión de que la buena relación que se tenga con la madre de los niños es fundamental para la educación de los pequeños. Un hogar en el que se respire armonía, paz y calor familiar hará feliz no sólo a los hijos, sino también a los padres.

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A pesar de tener un día agotador en el trabajo, es importante sentarse a conversar con sus hijos.