Este asentamiento informal, ubicado en San Miguelito con más de 100 pequeñas viviendas, no cuenta con calles pavimentadas, acceso constante a agua potable y electrificación, pero aun así ha encontrado allí un lugar confortable donde vivir.

Sin embargo, la paz terminó cuando la regional del MIVI realizaba un censo para hacer una mensura y descubrió que algunos estaban en terrenos privados.

La alarma de la gente, al ver a los dueños de los terrenos privados colindantes reclamando lo suyo, fue tanta que se pintaron de guerra para defender sus ranchos.

Neiva Marina Aguirre, coordinadora comunitaria, explicó que están a la espera de que antes que culmine el mes midan los terrenos y se defina la situación.

Pero la peor parte se la llevarán unas 9 casas que serán las primeras en sacar y otras familias que están pagándole al Banco Hipotecario los terrenos delimitados y ahora les salen con que un pedazo no les corresponde, como le sucede a Nuvia Castillo, que la mitad de su casa al parecer está en tierras privadas.

Por su parte, Aníbal Chery, director regional del MIVI, explicó que los agrimensores de la institucional y de la empresa propietaria hacen los cálculos para determinar la línea que divide ambas fincas y no se ponen de acuerdo.

Las familias deben estar preparadas para el mes de julio, cuando hagan las mediciones de los linderos.

MEDIDAS
En un inicio, agrimensores privados les estaban cobrando 50 dólares para establecer sus linderos.