Esperan por una vía que les permita sacar sus productos al mercado. Y después de tanta espera, esa ha sido la buena noticia que le llegó a una comunidad apartada en Bocas del Toro.
Ayer, Monseñor Agustín Ganuza, obispo de Bocas del Toro, recibió del director Ejecutivo del FIS, José Porta, el primer desembolso de 24, 375 dólares para la conformación de calzadas, cunetas, drenajes y movimientos de tierras que forman parte de las mejoras al camino que comunica a Quebrada Tula con El Silencio. En estas áreas de extrema pobreza, la construcción de la ruta hará más accesible y fortalecerá los programas de salud, nutrición y educación, entre otros beneficios para estas comunidades de la región de Ño-Kribo.
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