Entre la alta maleza verde, salta a la vista los rostros de niños uniformados que cruzan los terrenos de lo que fue la antigua Terminal de El Chorrillo, para cortar camino de ida y vuelta a sus casas y a la escuela.
Pero la congestionada trocha se torna peligrosa, por las innumerables alimañas que aparecen entre las aguas estancadas, convirtiéndose en potenciales criaderos de mosquitos y focos de enfermedades.
Esto mantiene preocupados a los moradores de edificios aledaños, que hasta han hecho un boquete para cruzar. Alina Martínez, aunque no vive en el sector, usa todos los días el camino desde hace tres años, para llevar a su hijo a la escuela y así ahorrarse unas monedas.
En vez de abordar un bus en la terminal para ir a su casa en Arraiján, camina por medio de El Chorrillo para tomarlo al pie del puente de Las Américas. "Prefiero caminar que gastar más dinero, pero esto está muy sucio", dijo.
|