Muchas veces, por querer complacer a un sector, se cometen errores y sólo nos queda lamentarnos.

Lo ocurrido ayer en la provincia de Colón, donde se suspendió el partido amistoso entre Panamá y México, pudo haberse evitado si los encargados del fútbol hubiesen recordado lo que sucedió el pasado 19 de mayo.

Por si no sabían qué pasó ese día, se los recordaré. Resulta que casi se impide la realización del partido de semifinal de la ANAPROF entre el Árabe Unido de Colón y el San Francisco, porque la nueva cancha sintética del estadio Armando Dely Valdés, ubicado en Arco Iris, parecía una piscina, producto de las lluvias características en la provincia de Colón.

Con este precedente y tomando en cuenta el mes en que estamos, ¿por qué mejor en vez de realizar un partido en el Estadio Rommel Fernández y el Armando Dely Váldés, ambos no se jugaron en el Rommel?

Sé que también los colonenses tienen derecho a que se dé este tipo de partidos de corte internacional. Pero, para eso, habría primero que hacer todos los correctivos necesarios al estadio, ponerlo a tono y evitar este tipo de contratiempos, que más que beneficiar perjudican el plan de trabajo que se tenía con la selección Sub-20, que está en el proceso de hacer sus últimos ajustes antes de viajar a Canadá.