"A pesar de que ya no está físicamente, su memoria siempre será motivo de inspiración".
De esta forma se expresó ayer Rogelio Espiño, durante el acto de ceremonia del segundo aniversario del sensible fallecimiento de Pedro "El Rockero" Alcázar. Espiño fue el apoderado de Alcázar, cuando éste se coronó campeón mundial Jr. Gallo de la OMB en el 2001.
"Si no fuera por Alcázar, yo no estuviera en el boxeo. Es por eso que en homenaje a él, la cuadra de boxeadores que tenemos lleva ese apodo que lo hizo famoso", precisó Espiño.
Además, agregó que "cada uno de nuestros boxeadores conoció muy bien la carrera de Alcázar. Ellos saben que él siempre entrenó fuerte y que siempre lo dio todo en cada una de sus peleas. Ese es el legado que nos dejó".
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