El diagnóstico de los doctores fue un tumor en la médula espinal; sin embargo, en un segundo examen no pudieron determinar qué era lo que realmente padecía.

Lo que más le duele a Isaías es que el pasado 10 de diciembre, su mamá Tirsa Damaris Castillo, de 65 años, falleció por problemas respiratorios, leucemia, entre otras dolencias.

La última vez que la vio con vida, Isaías le pidió perdón y le dijo que la quería mucho, después de eso no pudo ir ni siquiera a su sepelio, porque no podía dejar la cama, que se ha convertido en su prisión los últimos cinco años.

ÁNGEL
En esta lucha, Isaías encontró un ángel en el Facebook, que le hace compañía y lo cuida las 24 horas del día. Ese ángel es Alba Yansi Pittí, de 24 años, quien se ha alejado de su familia y de su trabajo para ayudar a Isaías, mientras encuentra una muchacha que lo pueda cuidar.

Ella trata de levantarle el ánimo contándole chistes; no obstante, hay momentos en que se acuerda de su mamá y se le empiezan a salir las lágrimas.

El alquiler de la casa, los pañales desechables, el pago de la empleada que lo cuida y la comida es lo que más preocupa a López, ya que depende de donaciones para poder costear esos gastos.

Los interesados en ayudarlo pueden visitar la página www.ayudalo.org, para conocer su historia y para hacerle llegar sus donaciones. A pesar de su situación, lucha para volver a ser normal, ya que siente que Dios tiene un propósito para él en esta vida.

SOLO
Isaías no tiene a ningún familiar que lo pueda acompañar en esta batalla. Los únicos que tiene están en Chiriquí.