Los animales con los que convivimos pueden albergar parásitos tanto externos como internos. Por eso es muy recomendable que periódicamente los desparasite con productos adecuados, los cuales les indique el veterinario. Para evitar el contagio de alguna enfermedad a su familia y también para mantener en buen estado la salud de su mascota.
Los parásitos (también llamados lombrices), la mayoría de ellos, se alojan en el intestino del gato, se reproducen dentro de ellos y muchos se alimentan de la sangre del gato, tal es como las ascárides, anquilostomás, entre otras. Esto provoca que nuestra mascota no aproveche todas las vitaminas, minerales y nutrientes que necesita. En muchos casos se pueden descubrir los parásitos en la materia fecal y en el pelo si se encuentra áspero y sin brillo.
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