Fuertes brisas azotaron a la capital. La señora Marta Deago y su familia estaba empapada de la cabeza a los pies, ya que, producto del fuerte viento, acompañado del aguacero de la tarde, su casa, ubicada en el sector de Tierra Prometida, resultó con desprendimiento de techo y perdió todos sus enseres. Igual suerte corrió Margarita Quintana, pues un árbol cayó sobre el techo de su vivienda.
Ellas fueron parte de los afectados y es que, en la vía Panamericana, cerca a la instalación del INADEH, en Tocumen, un árbol cayó bloqueando los dos paños que van hacia la ciudad, por lo que los otros dos paños que conducen hacia las afueras fueron utilizados en ambas direcciones.
En Villalobos, Pedregal, otro árbol cayó sobre la carretera y ocasionó un tranque, pero los moradores fueron al rescate. Ellos, con machetes en mano, lo cortaron y a los conductores le solicitaban una “noble colaboración”, que recogían en una vasija.
Blas Córdoba, meteorólogo de ETESA, explicó que ayer se unieron tres fenómenos: la zona de convergencia intertropical, la onda tropical en el mar Caribe que está entre la Costa de Panamá y la Isla de Cuba; y el calor de la mañana.
Los vientos máximos se registraron en Albrook a 64 kilómetros por hora y en Tocumen en 46 kilómetros por hora.
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