La basura nos quiere vencer. Una mezcla monstruosa se levanta en la pala mecánica para destapar un alcantarillado que obstruye el paso de las aguas del río Espavé, en Cerro Viento. (Foto: Alcides Rodríguez / EPASA)
Yelena Rodríguez
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La basura es un creciente mal en las ciudades, así ha sido desde su origen. Debido a la alta densidad de población, el mal manejo y su disposición final, su presencia genera la proliferación de insectos, roedores y enfermedades catastróficas para el hombre, como la peste.
Este enemigo es de proporciones monstruosas. Con poco, crece y crece y está en todas partes. Tiene mal olor y es fea su presencia, nos golpea fuerte cada vez que quiere, está en cualquier rincón, es muy amigo de las alimañas y enfermedades bacterianas, y lo que es peor, cada uno de nosotros es responsable de sus actos.
La basura. Parece insignificante si es una pequeña bola de papel, pero si sumamos cada uno de los desechos que tiramos, en conjunto, es un problema que se hace enorme.
Un monumento a este tema son las dos grandes montañas de basura, de casi 52 metros cada una, que se levantaron desde 1985 en lo que hoy es del relleno sanitario en Cerro Patacón, y prepárense, nos disponemos a crear otra montaña más.
Todos aportamos una cuota para que esta gran mole de desechos se constituyera y hoy se replique en cada rincón del país, porque la basura no podemos esconderla. Es un enemigo que también nos delata.
Un estudio realizado por la Agencia Internacional de Cooperación de Japón (JICA) indica que cada panameño genera aproximadamente 1.3 libras de basura diariamente. Estos cálculos están cerca de lo que produce cada persona en el resto del mundo, ya que hay estudios que indican que cada ser humano genera al día 1kg de basura, es decir, 2.5 libras. Las diferencias están marcadas por el consumismo, y Panamá se enrumba hacia estas cifras. El crecimiento económico del país eleva el poder adquisitivo de los habitantes. Con ello, también crece la generación de los desechos sólidos. Es decir, compramos más y por eso hay más basura.
A Alonso Filós, administrador del relleno sanitario en Cerro Patacón, le preocupa la situación, ya que mientras los estudios indicaban que para estas fechas la generación diaria de basura estaría en 1,300 toneladas, las cifras manifiestan otra cosa, ya que en Panamá se generan diariamente más de 1,800 toneladas de basura, una cifra a la que supuestamente debió llegarse en el 2010. Por esto, el periodo de vida útil del vertedero sanitario de Cerro Patacón se acorta, ya que se había proyectado hasta el 2030, según un estudio hecho en el 2002.
RESPONSABLES
Cada año son más de 435 mil toneladas de basura las que llegan al Vertedero Sanitario en Cerro Patacón. Con esta cantidad de desechos, se puede llenar el Estadio Nacional Rod Carew, y lo que se acumula diariamente equivale al peso de una torre de 15 autos modelo sedán (1,500 toneladas).
Y es que los panameños lo tiramos todo sin clasificar o segregar, que son los primeros pasos antes de reciclar.
En una misma bolsa de basura hay desechos orgánicos, cartón, papel, plástico, vidrio, metales, entre otros desechos.
Y no sólo es basura doméstica, esa que se genera en las casas, también al vertedero de Patacón van a parar los desechos comerciales y hospitalarios. En el 2006, los comercios produjeron más de 86 mil toneladas de desechos, mientras que los hospitales 1,954 toneladas. Y el problema se repite. Según la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), de los 75 municipios del país, 31 tienen problemas con el manejo de residuos sólidos. De estos 31 municipios, solo tres de ellos realizan una disposición final con algún grado de control, aplicando parcialmente las técnicas de un relleno sanitario. Pero la idea no es generar más basura, porque si no se toman acciones de control sanitario se proyecta que para el 2010 sólo en la ciudad de Panamá se generarán más de 577,868 toneladas de basura.
SABIA QUE
En 1905, la Comisión del Canal de Panamá estableció la Oficina de Salud, que se encargó de recoger la basura con carro de tiro animal para disponerla en basureros a cielo abierto.