Cuando la Federación Panameña de Fútbol decidió "liberar" la noche del martes a Mario Méndez y Richard Caicedo como parte del cuerpo técnico de la sub 20, invitaba a que Alfredo Poyatos, técnico del equipo juvenil, diera un portazo a la selección que se prepara para el Mundial de la categoría en Colombia.
La reacción del técnico de la sub 20 no es de extrañar. Desde hace meses se notaban movimientos raros en el cuerpo técnico, y el primer indicativo quedó plasmado cuando Poyatos no fue al sorteo del Mundial Sub20 en Colombia, mientras que Jorge Dely sí fue a México para el sub-17.
La salida de Méndez y Caicedo, personal de confianza de Poyatos, fue inconsulta, y la Fepafut no valoró la opinión del técnico en esta decisión.
"No hay nada más lindo en la vida que ser leal a las personas que están a tu alrededor. Eso te da credibilidad ante el grupo. Realmente voy a salir, pero si los integran yo trabajaré tranquilo. Todos tenemos derecho a que se nos brinde una oportunidad. Teníamos que ir nosotros", dijo.
Sobre su relación con los hermanos Dely, Poyatos indicó: "Yo me llevaba bien con ellos. De la noche a la mañana no sé qué paso. Se distanciaron. Yo sigo siendo el mismo José Alfredo Poyatos".
Pedro Chaluja, presidente de la Fepafut, presentó argumentos huecos para sustentar la separación de los asistentes de Poyatos: primero habló de "refrescar el cuerpo técnico"; en segundo punto, habló de "falta de experiencia" y en tercero, de "conducta inadecuada".
Lo irónico de las palabras del mandamás de la Fepafut es que "falta de experiencia" fue el argumento que en su momento utilizaron para descalificar a Julio Dely Valdés como técnico de la selección mayor, y Julio lo sabe.
Si Chaluja dice que Julio no tiene nada que ver en que Méndez y Caicedo hayan sido "liberados" de la sub20, entonces quién terminó de hundir el cuchillo en la espalda de Alfredo Poyatos.
"Julio está en México (con la sub-17). La decisión -de liberar a Caicedo y Méndez- fue tras una evaluación realizada por la comisión técnica", expresó Chaluja.
Cabe destacar que tanto Chaluja como Ariel Alvarado, secretario general de la entidad, dejaron más de una duda y se limitaron a contestar: "Los trapos sucios se lavan en casa".
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