Estas hermosas palabras las dijo la profesora Mirta de López, quien labora en la Escuela El Buen Pastor de la Catedral de Vida desde hace 15 años.

Nos comentaba la profesora López que ha trabajado en diferentes niveles de la educación, pero que su verdadera pasión es trabajar con niños de edad preescolar, porque ésta es su especialidad y porque la Biblia dice que hay que ser como niños para entrar en el reino de los cielos.

Esta incansable educadora tiene dos hijos, que son su adoración: Maritza López, de 8 años, y Max López, de 5; además de todos sus alumnos, a quienes considera como sus hijos, ya que lleva un pedacito de cada uno de ellos dentro de su corazón.

También combina su amor por la educación con las del entretenimiento, porque cuando no está en su salón de clases la podemos encontrar haciendo de "Cascarita", una payasita muy alegre que se divierte mucho brindando felicidad a los niños en las fiestas de cumpleaños o en las iglesias donde es invitada para dar las enseñanzas bíblicas.

"Yo siento que mi ministerio es seguir trabajando con los niños, y mientras Dios me dé vida y salud, no importa si es como educadora o como "Cascarita", yo seguiré trabajando a beneficio de los niños, porque ellos son el futuro", dijo Maritza.

Todo el dinero que gana es para mantener a sus hijos y su hogar. En el futuro piensa montar una empresa de diversiones.

"Dejad que los niños vengan a mí", esta frase dicha por Nuestro Señor Jesús Cristo hace miles de años, parece ser el lema de esta gran educadora que disfruta mucho su trabajo, el cual realiza con firmeza y determinación.