Por eso, la misma Britney Spears ha declarado que necesita cuanto antes un nuevo disco en las tiendas, porque se está quedando sin dinero, por lo que la estrella y su marido, Kevin Federline, están luchando para mantener su nivel de vida. El gasto más cuantioso que ha tenido que hacer Britney Spears en los últimos meses es la reciente compra y reforma de su nueva casa en Malibú, que ha costado a la pareja siete millones de dólares.

Ahora mismo ninguno de los dos trabaja, ya que Britney dejó el micro a un lado cuando quedó embarazada, y Kevin, de profesión bailarín, lleva más de un año inactivo laboralmente.

Según escribe Cindy Adams en el New York Post, Britney necesitaría publicar un disco lo antes posible para rellenar sus arcas.