Los dos que están ubicados frente al terreno baldío donde quedaba la Casa de Mimbre están cerrados.

La buhonera Elvia Niño dijo que cogió uno por necesidad, pero no se siente a gusto, porque cuando llueve toda la mercancía se le moja. Agregó que el problema de los puestos es que son muy pequeños para poner toda su mercancía, y lo peor era que nunca serían los dueños.

Para conocer la realidad de estos vendedores, DIAaDIA realizó un recorrido por la vía comercial y encontró que de este tipo de quioscos habían seis y solo dos estaban abiertos.

Como este proyecto que pretendía darle una imagen más cosmopolita a Calidonia no funcionó, los puestos de madera seguirán adornando el área.

Ante esta situación, los buhoneros están dispuestos a aceptar los cambios que las autoridades quieran, pero se les tendrá que consultar primero.

El secretario del Sindicato Nacional de Buhoneros y Trabajadores Informales y Similares de Panamá (SINBUTIS), Juan Jiménez, explicó que la iniciativa se cayó, porque no llenaba sus expectativas.

Aclaró que los quioscos que se vayan a construir tienen que ser a su gusto y de acuerdo con sus necesidades.

Dijo que en Calidonia hay 250 personas ejerciendo la buhonería con sus permisos en regla y 150 que están fuera de la ley. Además, afirmó que hay cualquier cantidad de extranjeros trabajando informalmente, lo que no es permitido por la ley, ya que es un derecho exclusivo para los panameños.

PERMISOS
Los buhoneros que no tengan sus permisos al día, se les dará la oportunidad para que arreglen su estatus.