Diez preguntas
|
Redacción
| DIAaDIA
|
Cierto día le pregunté a mi maestra del sexto grado, cómo era morirse. Ella, sonriendo, me dijo que es algo muy parecido a un examen. Como vio que no entendí, me dijo que cuando eso ocurriera, y que sería mucho, mucho tiempo después, Dios me haría una serie de preguntas, y dependiendo de mis respuestas, iría al cielo, o no. Por eso...
Dios no te preguntará qué auto usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse. Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo. Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo. Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos. Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará con amor a tu casa en el cielo y no a las puertas del infierno. Dios no te preguntará a cuántas personas enviaste este mensaje; te preguntará si te dio vergüenza hacerlo.
|
|