Llevan tres meses y medio sin cobrar un centavo, y aseguran que no trabajaron gratis. Este es el desierto que se encuentran atravesando unas cincuenta unidades de seguridad de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI), y sus contratos se vencen el 31 de julio.
Los afectados dijeron que están pasando trabajo; a veces llegan tarde y los quieren suspender y nadie sabe qué es lo que ellos tienen que hacer para llegar a sus puestos de trabajo. Manifestaron que sienten temor de ser liquidados e irse a sus casas sin un real en el bolsillo. DIAaDIA buscó la reacción de los administrativos de la ARI, pero no hubo resultados satisfactorios.
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