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Didier Hernán Gil | DIAaDIA |
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Desde hace cinco años, la alegría de Yimara es esporádica. Su padre abandonó a su madre sin saber que había engendrado a otra niña y se llevó a su hermanito mayor. La ilusión de crecer en familia se esfumó. Al nacer Yimaika (hermanita de Yimara), su madre sufrió depresión postparto y a la fecha no la ha podido superar. Desde entonces, sus abuelos Eulogio Ovalle y Filomena Reyes se han encargado de su manutención en El Cacao de Capira. DIAaDIA pudo conocer que el abuelo de las niñas, mantiene a la familia transportando carga en sus caballos y de algunos siembros que tiene en su finca. El ambiente donde viven es precario, pues dormían sobre una cama hecha de pedazos de madera y su abuela cocina en un fogón de leña. Pese a todos los obstáculos mencionados, Yimara es una estudiante brillante, a tal punto que ocupa el primer puesto en el Centro Educativo El Cacao.
POR SOLIDARIDAD
A pesar de la lluvia, el pasado lunes llegó la sorpresa para Yimara. Bajo un humilde rancho, estaban sus abuelos y otros familiares. No sabían el objetivo de nuestra visita. En una esquina del rancho estaba Yimara, quien se mostró muy seria, pues sólo se preguntó por ella, ya que su hermanita estaba en la escuela. En ella no vimos reacción de alegría, pero según sus abuelos, es que ella se siente como aislada, al ver el estado en que se encuentra su mamá. Con su cara de admiración y la ternura de sus manos, agarró el soñado uniforme completo de educación física que no tenía y que la mantenía desanimada para recibir esas clases. Sus brazos se le hicieron más chicos para todo lo que DIAaDIA le entregó, entre ellos una enorme muñeca que le acompañará en su nueva camita, además de ropa, alimentos y otros juguetes que también invadieron de alegría a su hermanita Yimaika. Sus abuelos esperan que las autoridades le ofrezcan una beca para continuar sus estudios.
A MEDIAS
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