De vacaciones.
El canastero panameño, Michael Hicks, disfruta sus últimos días de vacaciones antes de reportarse con el Scavolini Pesaro, quinteto de la Serie A, del baloncesto italiano.
Mientras descansa y disfruta con su familia, el jugador tiene tiempo para mirar la página en Internet del club y conocer las últimas novedades del equipo.
Hay que mencionar que la temporada anterior, Scavolini rozó con las yemas de los dedos los "playoff"; instancia en la que no pudo acceder, tras perder el último partido de la ronda regular y ser perjudicado por resultados alternos.
A Hicks le queda este año de contrato, pero dependiendo de lo que ocurra en esta campaña, seguirá en esa disciplina, aunque no descarta buscar otro rumbo en Italia y hasta emigrar a España, donde al dar el pase, coincidiría con otros panameños (Rubén Douglas, en el Pamesa Valencia; y Rubén Garcés, en el Cai Zaragoza) y comprobaría el nivel de la Liga ACB.
"Este es mi última temporada con ellos (se vence el contrato), depende de cómo me va, si quieren extender el contrato... también depende de mi actuación", precisó el jugador.
Hicks explicó que la mística del Scavolini, en su vuelta a primera, fue la unión de grupo para poder cumplir objetivos, sin importarles el color o el nombre del rival, ya que dentro del equipo todos los jugadores sabían cuál era su rol: "lo primordial fue el grupo", enfatizó.
Después de varios años jugando en Italia, a Hicks el idioma ya no es barrera, lo que le permite interactuar con los hinchas, quienes se involucran en las actividades del club y sus jugadores, ya que Pesaro es una ciudad chica, donde el baloncesto ocupa un lugar importante.
"Los tifosis son estrictos, si ven que no rindes comienzan a decir que andas por fuera... ellos influyen bastante en el equipo", añadió.
EXPECTATIVAS
"La idea es salvar al equipo, de lograrlo y pasar a los "playoff" sería importante para el equipo, la ciudad y para nosotros", expresó.
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