El difunto amigo de la familia le observó los pies y de inmediato procedió a decirle: "Cuando tú estés grande vas a ser patón, porque tienes los pies grandes".

Transcurrieron los días, y con ocho años Ricardo tuvo la oportunidad de jugar su primer partido en una liga que se desarrollaba en San Miguelito. Allí anotó su primer gol y cuando lo hizo, sus compañeritos de equipo gritaron goleó "Patón", goleó "Patón". Desde ese entonces se quedó con el apodo de "Patón".

Poco a poco el diminuto Phillips se fue consolidando en el fútbol, ese deporte pasión de multitudes que aunque muchos no lo saben, le costó muchas lágrimas en su infancia.

Y es que su madre Berta Briceida Bello, por temor a que no le regresaran a su hijo, en muchas ocasiones se negó a darle permiso para que jugara en las liguitas de barrio.

En estas circunstancias, "Patón" se las arreglaba y entonces improvisaba partidos de fútbol en el patio limoso de la Multi 40, con sus vecinos Mito, Smith, "Matador" Tejada, entre otros.

Cuenta su madre, que desde niño siempre fue tranquilo, cariñoso, cooperador, obediente, buen hijo, hermano y padre. Actualmente, es el orgullo no sólo de la familia Phillips Bello, sino de todos los que viven en el popular barrio de San Joaquín.

CUNA HUMILDE
Hijo de un mecánico y una trabajadora manual, su infancia fue difícil, pues eran nueve hermanos.