"Hermano Rivera: tus creencias no serán olvidadas, siempre estarás con nosotros". Las lágrimas se mezclaban con el sudor de cientos de personas quienes ayer, bajo un candente sol, despidieron al pastor chorrillero Herminio Rivera, quien fue asesinado por error el pasado martes cuando regresaba de evangelizar en el Centro Penitenciario El Renacer.
A pesar del dolor, no había sentimientos de venganza, sino de perdón, de amor y de paz. Así lo demostró la pastora Michelle, esposa de Rivera, quien envío un mensaje a los asesinos del pastor "Los perdono y arrepiéntanse, porque Dios está por llegar", dijo, luego de asegurar de que el pastor Herminio afirmaba que quería morir por los jóvenes de El Chorrillo y así lo hizo.
Las palabras de Michelle se dieron en la cancha sintética de Plaza Amador, y es que el cuerpo fue llevado al templo Ejército de Paz, donde Herminio solía predicar y luego fue llevado a ese lugar para finalmente hacer un recorrido por el barrio por el que luchó para que hubiera paz.
Los cánticos de alabanza a Dios afloraban los sentimientos de los presentes, quienes por medio de aplausos confirmaban estar de acuerdo con la prédica de uno de los pastores, Aurelio Kingston, quien hizo un llamado al presidente de la República, Ricardo Martinelli, y a las demás autoridades para que les permitan visitar a los implicados en el crimen para llevarles la palabra y "abrazarlos con el verdadero amor de Jesucristo", pues a ellos no les interesa la venganza.
El féretro del pastor Rivera fue llevado a Avenida Ancón donde opera la banda de los "BB", al Pentágono, Bag Dag y a la Tostada, donde los pandilleros dejaron las armas a un lado y en señal de respeto salieron, cada uno en su territorio, para darle la despedida que se merecía. Finalmente fue sepultado en el histórico Cementerio Amador.
DEUDOS
Herminio Antonio Rivera, de 39 años, nació el 11 de marzo de 1971.
Fueron siete hijos los que dejó en la orfandad, tres de ellos eran mujeres y cuatro hombres.
Luego de llevar una vida delictiva se convirtió en Cristo hacía unos doce años, tiempo después fundó el templo Ejército de Paz, en la Pedro Obarrio, El Chorrillo.
El pastor Herminio tenía mucha afinidad con Nicaragua, país donde solía ir a llevar la palabra de Dios.
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