Una ronda policial capturó a Diógenes Orlando Pino Pérez, de 18 años, al momento que escapaba de la escena donde se había cometido el homicidio de José Javier Erazo.

Al ser detenido, el supuesto homicida mantenía en su poder un revólver calibre 38 con una munición sin detonar. Se presume que el arma fue utilizada en el asesinato de Erazo, quien fue llevado con una herida en el pecho al Hospital Integrado San Miguel Arcángel, donde falleció a los pocos minutos de haber ingresado. Se cree que viejas rencillas provocaron el hecho de sangre.