Los pequeños, muchos de ellos nunca habían entrado al teatro, estaban sorprendidos, y como nos dice Sor Soila Matamoros, pensaban que iban a ver una película en un cine muy especial, pero al apagarse las luces y empezar a ver las bailarinas, y las apariciones de magos, tigres de bengala y todo un espectáculos traído directamente de Las Vegas, las frases de admiración eran de esperarse... Wao...

Las miradas incrédulas de los más grandecitos y la sonrisa de los pequeñitos que no se explicaban cómo hacían eso, fueron características en todo el espectáculo que duró cerca de hora y cuarenta y cinco minutos.

Pequeños de entre 2 años a 15 años se miraban unos a otros buscando una respuesta a la magia e ilusionismo y expresaban su alegría con brincos y aplausos frenéticos.

Una experiencia que quedará en sus mentes para siempre. "Queremos agradecer a esas personas buenas que nos dieron la oportunidad de traer a los niños a ver este show. Gracias por su buen corazón, fueron las palabras de las hermana Soila, en nombre del Hogar San José de Malambo.