Según la página welt.de, tanto Rihanna como Brown pasaron el fin de semana en el Hotel Trump Internacional de Manhattan.

Para que nos los vieran, los dos astros tuvieron el cuidado de evitar la exposición pública, pues usaron varios vehículos como señuelo para evadir a los paparazzi.

Y hasta tenían coartadas. Rihanna fue vista comiendo con siete personas, mientras que Brown salió al cine y pasó algo de tiempo con sus amigos en Harlem.

Pero horas más tarde, los cantantes estuvieron en el mismo hotel, pero se registraron en habitaciones separadas.

Ojalá que no sea cierto, porque Chris ya le dio mongo, y el que que pega una vez sigue pegando.