¡Chuzo!, cuando uno es millonario hasta sus perros gozan. ¿Por qué? Bueno, les cuento que la Reina Isabel II se manda tremendo piquete, ya que rechazó utilizar su exclusivo Jaguar de lujo, porque no era lo suficientemente grande para transportar a sus perros corguis, y en su lugar compró una limusina por más de 150 mil dólares. ¡Nooo!
Así como leen, la Reina pagó la mencionada suma por un Jaguar Daimler Super Eight, que dispone de una parte trasera ampliada para que los perros puedan moverse con comodidad. Y eso no es todo, pidió que se instalaran alfombras especiales bordadas para cada uno de sus perros. ¡Bárbara!
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