Un "relajito" que les está saliendo caro. Por las mentes de las futbolistas Farisa Córdoba y Lyneth Benis, a lo mejor pasó que quedarse en Río de Janeiro unos días más, no les traería problemas a la hora de regresar.
Y es por eso que ahora la Comisión Normalizadora del Movimiento Olímpico en Panamá, estudia la posibilidad de repatriar a estas dos futbolistas, que se estuvieron quedando en la Villa Olímpica y que debido a la clausura de los juegos están varadas en Brasil.
Esto se supo, según lo manifestado por el miembro de la Comisión Normalizadora designada por la ODEPA, Julio Kenion, que también responsabilizó a la Federación Panameña de Fútbol, que estuvo representada por Eric Ucros, así como a los entrenadores del seleccionado por no tener un control directo sobre el grupo.
"Son compatriotas. Ayer conversé con el presidente de la comisión Franz Wever, y en algo estaba viendo la posibilidad de repatriar a las jóvenes a Panamá. En estos momentos, hay que resolver la situación, pero no podemos asumir una responsabilidad que es primaria de la persona o la organización, en este caso la FEPAFUT", dijo.
Kenion aseguró que ellos cumplieron en el aspecto que les correspondía, por lo que considera que la responsabilidad de traer a las dos jugadoras tienen que asumirla la ANAFUFE o la FEPAFUT.
HABRA SANCIONES
Por la falta cometida, ambas jugadoras deberán ser sancionadas por la FEPAFUT; también deberán rendir un informe al COP por tomar la decisión de quedarse en Río de Janeiro.
Kenion aseguró que "lo primero que hay que hacer es traerlas para salvaguardar su seguridad y después, ver las medidas a tomar".
Cuestionó que la federación no retenga los documentos de identidad de las atletas (pasaporte), a fin de evitar estas acciones en el extranjero.
RESPUESTA
Se consultó al secretario ejecutivo de la FEPAFUT, Eric Ucros, sobre este problema y éste manifestó que después que las jugadoras decidieron separarse de la selección y desobedecer las instrucciones de la organización, automáticamente dejaron de pertenecer al equipo.
"No creo que ahora ellas recurran a la Federación para que cubra dos mil dólares en boleto, para pagar las aventuras y vacaciones de dos personas irresponsables que no supieron acatar las instrucciones que se les daban, que no comprendieron que ellas estaban no en un viaje de turismo, sino en un viaje deportivo", acotó.
El delegado no estimó conveniente ingresar a la fuerza a la sala a las jugadoras, porque se exponía a que después lo acusaran de abuso de autoridad o acoso.
Por el momento, la Comisión de Disciplina no se ha reunido para analizar el caso y espera hacerlo la próxima semana.
PERDIDA
Ambas arqueras dejaron perder su pasaje, y ahora el costo del boleto está por alrededor de los mil dólares cada uno.
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